El martes 12 Junio, de 2012, se hacía oficial por parte del Club, la imposibilidad de jugar en la ACB, “después de haber agotado todas las vías posibles”. Dos días más tarde, el jueves 14, en rueda de prensa, se exponía a la opinión pública, los impedimentos de llegar a la ACB, y el futuro del Canarias.
Hasta aquí la cronología de los hechos recientes, y que ha supuesto uno de los mayores varapalos para los aurinegros, el baloncesto, y para la imagen de la Isla.
Pero vayamos por parte. Hace más de una década el C.B. Canarias participó en una fusión, donde los acuerdos firmados se incumplieron. Y lo más oneroso, que lo plasmado en un documento oficial se vulneró, y sirva como detalle, que la denominación de Tenerife Canarias, fue repudiada y terminó siendo Tenerife CB SAD.
Una entidad, el Tenerife CB SAD, que se ha vestido del color del dinero, donde sus gestores y algunos acólitos se han envuelto con la bandera de Tenerife, y debajo de ella ocurría toda clases de despropósito, y sirva como ejemplo, el caso de Eric Sánchez, quien utilizó el termino de “chorizos” para catalogar a los dirigentes de la SAD.
Mientras tanto, la afición del Canarias, ha tenido que aguantar, apelativos, incluso de algún informador, referentes a una facción político-militar fundamentalista islámica, y afirmaciones sobre el menosprecio a los símbolos de la isla ¿Y por qué?
No soportan, que la afición del Canarias tenga un arraigo especial en la población de Tenerife, no soportan que seamos más, no soportan que el embrión de la SAD haya sido el Canarias, y por no soportar creo que no se soportan a ellos mismos.
El Club Baloncesto Canarias, está formado por generaciones de aficionados, y nos une y nos simboliza, una ciudad, una isla, un nombre, un escudo y unos colores. ¡Esto nos distingue y nos representa!
A día de hoy, el no jugar en la ACB, significa que hemos perdido TODOS. Los culpables, como los dirigentes y acólitos de la SAD, piden dialogo. ¡Que ironía! Y esto lo solicitan, cuando el Cabildo, por fin, se ha dado cuenta que esto ha sido un juguetito de algunos, un juguetito, que ha costado miles de millones de las antiguas pesetas, donde el despilfarro ha sido la tónica dominante.
¡Ya no hay dialogo! ¡Basta ya de tanto agravio!, es la segunda vez, que le toman el pelo a la afición del Canarias. Esta es la razón que hace imposible el diálogo con aquellos que no quieren pronunciar el nombre del Canarias, y al cual le han hecho un daño que no olvidaremos.