El CB Canarias cayó derrotado ante un rival directo; el CB Sevilla por 81 a 76, en un encuentro caracterizado por los mismos despropósitos que contribuyeron a la derrota ante el Gipuzkoa Basket, nos estamos refiriendo, a los fallos reiterados desde la línea de tiros libres, un 58% de aciertos, y si a esto le sumamos las 17 pérdidas, podremos sacar conclusiones de la derrota.
Somos conscientes que los jugadores no son máquinas, y la variable del error existe, pero una de las claves más importante para lograr una actuación eficaz es la concentración junto con la confianza, factores decisivos para alcanzar los objetivos. A los aurinegros, esos factores, les va y les viene, cuyo resultado es la irregularidad en la competición.
No obstante, a pesar de lo dicho, creemos, que existe otras causas, y que se remontan en la génesis de este equipo, en la confección de la plantilla. Tal vez, se pudiera pensar que este no es el momento, pero si lo es, cuando lo que está ocurriendo, en parte, es consecuencia de una competición irregular del C.B. Canarias. Una plantilla, donde se realizaron demasiados cambios, no cubriéndose algunos puestos acertadamente. Concretamente, en el puesto de base, estamos jugando con un solo base, ya que Davin White, está siendo demasiado irregular, hasta el punto, que la responsabilidad de la dirección del equipo recae exclusivamente en Rodrigo San Miguel, con el riesgo que ello supone. También, es sintomático, el bajo rendimiento de jugadores como Will Hanley, Joseph Jones, y ya no digamos de la reciente incorporación de Salva Arcos, hace que esta plantilla esté coja.
Por último, no entendemos la falta de confianza desde la dirección técnica hacia Petit Niang.
Está claro que hay que remar con lo que tenemos, conseguir esa concentración, esa confianza para conseguir el objetivo de la permanencia.
Foto: C.B. Canarias
