El colista, el Gipuzkoa Basket recibió el regalo navideño anticipado, tras vencer al C.B. Canarias por 72 a 74 logrando su primera victoria de la temporada regular, de igual manera que se hizo en su momento con el Estudiantes, convirtiéndonos en algo que acuñó don Vicente Calderón “el pupas de la liga”.
Los donostiarras, se presentaron en el Pabellón Santiago Martín el sábado con un balance de diez derrotas y ninguna victoria, consiguiendo su primera tras un desastroso encuentro de los aurinegros.
El rebote, el mal balance defensivo, los malos porcentajes en el tiro, especialmente en el libre, castigaron al Canarias en el peor encuentro, desde nuestro punto de vista, que ha jugado en su feudo esta temporada, desalentando a la afición; por la falta de rigor defensivo, la falta de concentración, así como criterios que no entendemos en la dirección desde el banquillo, dejando escapar un encuentro que estaba “casi controlando” con cinco puntos (71-66) cuando apenas faltaban tres minutos para finalizar el encuentro. Y es que, cuando no se defiende, cuando no se está concentrado, y cuando no se tiene actitud, ocurren cosas como tener un acierto menor al 50 % en el tiro de dos y libres, ¡así es prácticamente imposible ganar!
Otro aspecto, que no entendemos es como Petit Niang no tuvo más presencia en el encuentro, así como la de Nico Richotti en los momentos decisivos, al igual que Hanley que aporta muchísimo más que un Salva Arco, fichaje que aún no concebimos, pero: “Doctores tiene la Santa Madre Iglesia que os sabrán responder”
No podemos permitirnos encuentros como el del sábado, así que toca corregir errores, y mirar el próximo encuentro con la lección aprendida.