Los aurinegros tienen un problema esta temporada con su juego. A veces no es tanto en conseguir tiros liberados, sino que de aprovecharlos y convertirlos en dianas. ¿Qué es lo que ocurre? La percepción que esta plantilla no existe confianza, y eso se percibe, jugadores desmotivados, sin actitud, que no disfrutan, como es el caso de Davin White, cuyo rendimiento está afectado al grupo.
Tras los primeros nueve encuentros disputado del presente ejercicio, este equipo no tiene recursos en ataque, ¡bueno sí! el “pick and roll” y las penetraciones Mateusz Ponitka, y Nico Richotti, siendo predecibles. Otra cuestión, que se dio en el MONBUS Obradoiro, fue el desasiento de Tim Abromaitis en el tiro exterior, entonces este equipo se queda huérfano, al carecer de un tirador puro.
A esta situación, hay que añadir una manifiesta dirección desacertada, y a ello, se une, una falta de estimulación e inyección de moral desde la dirección, amén de que Rosco Allen, habrá hecho en el Obradoiro maravillas, lo cierto que no está aportando nada de nada, es más en los nueve encuentros valora la ridícula cifra de 2.
Desconocemos, cuando van a reaccionar los responsables para cambiar el “status quo” porque esto nos preocupa y les debería preocupar. Desconocemos, si van a permitir que la soga rodee el cuello, estrangulando al equipo y nos lleve a una situación complicada.
El Canarias tiene que encontrar la buena sintonía, y lo tiene que hacer ya. Los encuentros siguen pasando y la afición lo está pasando MUY MAL, y detesta estar donde estamos ahora, dando una imagen triste, aburrida y sin recursos.
