Intentaremos hacer un análisis, del día después de la tercera derrota consecutiva del Iberostar Tenerife. Evitando, caer en la tentación de comparar la temporada pasada con esta, por aquello que las comparaciones son odiosas, aunque algunos aseveran que son necesarias.
Es sabido que cualquier exceso, en un momento dado, acaban pasando factura. Eso no le pilla por sorpresa a nadie. Cualquiera es consciente de ello; y cualquiera, también, cae en malos comportamientos a pesar de las advertencias. Le pasa al ser humano y también a las Entidades que su fin social es el baloncesto. El ejemplo más claro lo ofrece este Canarias, un equipo que ya venía avisado desde pretemporada de sus carencias en algunos puestos, de sus problemas para sustituir a tirador nato y de dar relevo a Aaron Doornekamp, de la dependencia de Mateusz Ponitka y de Mike Tobey, su ausencia produce un descalabro en el juego, y ello por la poca profundidad de banquillo. Un base como Bassas, que según algunos “va hacia arriba”, pero todo indica, que no tiene la talla para dirigir a un equipo que debe estar entre los 8 primeros de la tabla. Un Rosco Allen, que no aporta lo que se le presupone que nos dijeron, alentado desde la Entidad, generando demasiadas expectativas. Y, por último, los convidados de piedra, Mamadou Niang y Adin Vrabac. La pregunta que se nos presenta ante la situación de estos jugadores es; ¿se puede permitir la situación de tener dos jugadores que no aporten nada? Lo cierto, que resulta penoso que en las estadísticas aparezca una y otra vez casilleros vacíos como el que se muestran en la imagen que se adjunta.
PROBLEMAS EN DEFENSA Y EN ATAQUE
El origen de todos los males se origina desde la defensa, con desajustes y malas decisiones tácticas. Un ataque, que cuyas soluciones son las penetraciones, sin circulación del balón, y con la escasa aportación del tiro exterior.
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Un jugador, que se le está explotando demasiado.
EL DIBUJO TÁCTICO, EN CUESTIÓN
El Iberostar Tenerife, esta temporada ABURRE, su juego es monotemático, entradas o pick and roll… y de en cuando algún tirito exterior.
Está claro que, a esta situación, hay que darle una solución, porque está en juego el aspecto económico, el aspecto de seguimiento de aficionados y sobre todo que cunda el desánimo ante los aficionados por lo visto hasta ahora.
